jueves, 13 de noviembre de 2008

Led Zeppelin

Led Zeppelin está acertadamente reconocida como la banda con más influencia en el mundo del rock, su catálogo sigue vendiéndose sin parar (periódicamente el grupo sigue recibiendo discos de diamante) y siguen inspirando a todas las generaciones de músicos.



La Formación

Led Zeppelin fue formado en octubre de 1968 por el guitarrista Jimmy Page (1944) debido a la disolución de The Yardbirds, su grupo hasta entonces. John Paul Jones (1946), un respetado arreglista y músico de estudio reemplazó al bajista Chris Dreja que se quería dedicar a la fotografía, y Terry Reid declinó la oferta de vocalista en favor de un desconocido Robert Plant (1948), que a su vez recomendó a John Bonham (1948—1980) cuando el batería B. J. Wilson también declinó la oferta y se quedó con Procol Harum.

El cuarteto conectó inmediatamente y después de completar un pequeño tour de actuaciones pendientes del anterior grupo bajo el nombre de New Yardbirds, cambiaron su nombre a Led Zeppelin, siguiendo una broma de uno de los The Who, Keith Moon, que viendo sus posibilidades dijo que probablemente «se estrellarían como un zepelín de plomo» (lead zeppelin).

Su mánager era Peter Grant (1935—1995), el peso pesado de todos los grupos de rock ingleses.
Armado con un prestigioso y nunca visto contrato con Atlantic Records, que no permitía a la compañía discográfica ninguna injerencia en el material musical, ni sobre carátulas, ni promoción, ni conciertos, el grupo se embarcó en un tour por EE.UU. de teloneros de Vanilla Fudge, antes de su explosivo debut con «Led Zeppelin» (1969), que incluía canciones excepcionales como «Good Times, Bad Times», «Communication Breakdown», «Dazed And Confused», «How Many More Times» y «You Shook Me».

Inicio de los exitos

Led Zeppelin era una combinación de talentos incomparables, que además contaban con la meticulosa producción de Page, y la expresiva voz de Plant, una combinación que sería aún mayor en «Led Zeppelin II».
El grupo ya contaba como uno de los grandes, con multitudinarios conciertos abarrotados a través de todo EEUU, cuando la publicación de «Led Zeppelin II» (1969) los propulsó aún más hacia arriba.

«Whola Lotta Love» es ya un clásico, y canciones como «Thank You» o «What Is And What Should Never Be» enseñaban la versatilidad del grupo y allanaban el camino para «Led Zeppelin III» (1970), grabado en una decrepita granja en Snowdonia (Gales) llamada Bron-Yr-Aur, inmortalizada así en dos canciones del cuarteto.
«That's The Way» y «Tangerine» representan ese espíritu pastoral y acústico del momento. «Immigrant Song» y «Gallows Pole» sin embargo se encargan de recordarnos la fuerza indomable del grupo.

En la cima del Rock

Led ZeppelinLed Zeppelin en ese momento estaban en la cima del mundo de la música, como uno de los grupos más atrayentes del panorama.
En los conciertos la sexualidad y sensualidad de Plant, y el carácter ambiguo y oscuro de Page, combinaban perfectamente y los hacía dueños del escenario.

Sin embargo la fuerza siempre creciente del grupo se dejó ver en su cuarto álbum, publicado en 1971, sin título oficial, aunque generalmente conocido como «Led Zeppelin IV», «Four Symbols», «ZoSo», «Runes Album», etc., en referencia a que los músicos incluyeron símbolos misteriosos que representaban a cada uno de ellos.

Este álbum incluye la famosísima «Stairway To Heaven», conocida simplemente como la canción definitiva del rock. El gran eco de «Stairway To Heaven» hizo que las demás canciones se relegasen a un segundo plano, lo cual no es nada justo, porque ese álbum contiene otras grandes canciones como «When The Levee Breaks» donde Bonham demuestra todo su poder. «Going To California», una agridulce balada acústica. «Black Dog», «Rock And Roll» o «The Battle Of Evermore» también representan la grandeza, imaginación y poder del grupo. Este disco vendió sólo en EE.UU. 16 millones copias.

Después vendría en 1973 «Houses of the Holy», otro de los considerados como mejores álbumes de la banda, con influencias muy variadas, fue acompañado por un tour en EE.UU. que volvió a batir records de taquilla, y que les permitió lanzar su propio sello discográfico «Swan Song» y grabar una película sobre un concierto y algunas paranoias propias de los componentes, que no saldría hasta 1976 con el título «The Song Remains The Same».

En 1975 bajo su sello, sale «Physical Graffiti», un doble álbum, donde el cuarteto se suelta completamente y toca todos los gustos musicales de sus componentes. Desde su ya clásico rock, con «Custard Pie» o «Sick Again», pasando por la hipnótica y mística «Kashmir», siguiendo por las irrefrenables «Trampled Under Foot» y «Houses of the Holy» y terminando con extensas piezas de blues progresivo como «In My Time Of Dying».

Exitos agridulces

El álbum se estreno mientras estaban de gira en EE.UU., que además fue un éxito total, pero la gira mundial fue aplazada indefinidamente en agosto de 1975 por causa de un gravísimo accidente automovilístico de Plant en Grecia.
Durante la convalecencia de Plant, que pasó en silla de ruedas, se grabó un nuevo álbum, pero por problemas con la portada y el diseño, se aplazó su publicación. Los pedidos antes de la publicación que llegaron de EE.UU. le aseguraron varios discos de platino. «Presence» saldría a la luz finalmente en 1976, con la grandiosa «Achilles Last Stand» abriendo el álbum y con el blues triste de «Tea For One» cerrando.

Led ZeppelinEn 1977 el grupo estaba embarcado de nuevo en un titánico tour por EE.UU., cuando llegaron malas noticias de Inglaterra, el hijo de Plant, Karac de tan sólo 6 años, había muerto de una súbita infección vírica.
Todo el resto de la gira fue cancelado, y la sombra de la separación apareció sobre el grupo. Permanecieron inactivos durante más de un año, y solo a finales de 1978 se decidieron a ir a Estocolmo, al Polar, estudio de grabación perteneciente a ABBA, que los había invitado.

Allí grabaron «In Through the Out Door», su último trabajo en estudio, y donde se reveló la gran influencia de John Paul Jones. Los dos conciertos en Inglaterra en el «Knebworth Festival», muestran que aún son los amos, y el público responde entusiasmado.
Hacen una gira por Europa, con un balance muy positivo, y entonces empiezan a planear el tour por EE.UU.





Disolución del grupo

Pero el 25 de septiembre de 1980, John Bonham es encontrado muerto. Y el 4 de diciembre de ese mismo año, Swan Song anuncia la disolución del grupo y la publicación más adelante de un disco con material inédito del grupo, que sería «Coda», publicado en 1982.

Jones es ahora un reconocido productor, y ha sacado un par de excelentes álbumes en solitario, más para su diversión que pensando en éxitos comerciales.

Por otro lado Plant se embarcó en una exitosa carrera en solitario, siempre aclimatándose a los nuevos tiempos musicales, y haciendo muy diversos —y efímeros— grupos, aunque últimamente ha vuelto con fuerza al mejor rock.

Por su parte Page ha hecho prácticamente de todo desde Led Zeppelin, incluyendo una banda sonora para «Death Wish II» (una película bastante mala), un buen álbum en solitario llamado «Outrider», una muy desafortunada versión de «Kashmir» con un rapero, varios grupos que no llegaron a mucho, un escarceo en 1984 con Plant en la banda Honeydrippers y finalmente en 1994 Plant accede a reunirse con Page para hacer un «Unplugged», que irónicamente llaman «Unledded», inexplicablemente John Paul Jones es apartado del proyecto.

El álbum es bastante bueno y al final ofrece una excelente versión de «Kashmir». Page y Plant deciden seguir juntos y graban un álbum con canciones nuevas en 1998, un indudable acierto comercial. Plant sin embargo no acaba de acostumbrarse y decide formar otra banda, y así Page se unió a los Black Crowes para una gira con temas de Led Zeppelin, que se saldó con un álbum en directo bastante bueno en el 2000.


The Rolling Stones

Los Rolling Stones no son sólo una banda de rock, son un estilo de vida”. Con esa inmejorable precisión definió el manager Andrew Loog Oldham a principios de la década del sesenta a sus entonces representados, un grupo de seis jóvenes ingleses que tocaban rhythm n’ blues, y que, detrás de su aparente inocencia, escondían una salvaje rebeldía que no tardaría en salir a la luz.

Es precisamente ese espíritu trangresor el que Oldham buscó explotar desde un comienzo en los Rolling Stones, como estrategia promocional para posicionarlos frente a sus exitosos contemporáneos, Los Beatles. Mientras que los “cuatro de Liverpool” reflejaban la imagen de corrección y adaptación al sistema, Mick Jagger y compañía se mostraban a sí mismos con toda intencionalidad como los “chicos malos”, provocadores, una verdadera amenaza para la sociedad. Y luego se encargarían de demostrarlo en los hechos hechos: muertos, excesos, escándalos y juicios.


En un comienzo fue el rythm n' blues

Mick Jagger y Keith Richards se vieron las caras por primera vez en la escuela primaria en Dartford, localidad del condado inglés de Kent. Recién 10 años después, en 1962, se volvieron a cruzar en un tren. Richards, fanático de la música negra norteamericana, notó que su antiguo amigo de la infancia llevaba bajo su brazo algunos discos de blues y rhythm n’ blues. A partir de ese momento se volvieron inseparables.

Debido a sus gustos musicales comunes, ambos jóvenes frecuentaban los mismos reductos, donde tocaban los primeros músicos británicos de jazz y rhythm n’blues. Entre éstos se destacaba la Alexis Corner’s Blues Incorporated, integrada, entre otros, por el guitarrista Brian Jones y el baterista Charlie Watts. Los Rolling Stones (nombre inspirado en el títuo de un tema de Muddy Waters) no tardaron en ser una realidad. Luego se sumaron Ian Stewart al piano y Bill Wymann al bajo.

En 1963 grabaron su primer single, con el tema Come on, en la cara A, y I want to be loved en el reverso. En sus primeras presentaciones en vivo y, sobre todo en televisión, los Stones todavía eran mesurados, prolijos y se vestía con traje, corbata y zapatos lustrados.

Sus primeros discos estaban basados casi exclusivamente en covers de temas de sus amados músicos negros, como Chuck Berry, Bo Diddley, Muddy Waters o Jimmy Redd. La placa debut, The Rolling Stones del grupo sólo tenía un tema propio, y en las dos siguientes (The Rolling Stones vol. 2 y Out of our heads, ambos de 1965) fueron tres las composiciones originales. Recién en Aftermath (1966) la dupla compositiva Jagger-Richards apareció por primera vez en todo su esplendor.

El éxito de los chicos salvajes fue inmediato. Comenzaron las extenuantes giras por Europa y Estados Unidos, las presentaciones en programas de televisión, las tapas de revistas. Y también comenzaron los escándalos y los problemas internos. Jagger y Richards fueron detenidos por posesión de drogas. Y las tensiones entre estos dos últimos y Brian Jones se hicieron cada vez más evidente. Jones, quien en un principio fue el líder de la banda, vio ver decrecer su injerencia a manos de sus otros dos compañeros, y esto acentuó su declive físico y emocional.

Así pasaron Between The Buttoms (1967), Their Satanic Magesties Request (1967) –uno de los pocos fracasos de su carrera-, y Beggars Banquet (1968), donde se puede apreciar la verdadera esencia musical de los Stones.

Ya en 1969 las presiones internas eran insostenibles. Un deteriorado Brian Jones fue prácticamente expulsado del grupo. El 9 de junio de ese año se anunció oficialmente su alejamiento, y el 3 de julio fue encontrado muerto en el fondo de la pileta de su mansión. La versión oficial indicó que se trató de un accidente.


La vida después de Brian Jones

Los Stones no tardaron en encontrar un reemplazante del malogrado guitarrista. El puesto lo ocupó Mick Taylor, un talentoso músico de blues que integraba los Bluesbreakers, de John Mayall. Pocos meses después, volvieron a ocupar las primeras planas. En uno de sus shows en California un joven negro fue asesinado por los Hell Angels, la banda de tamibles motoqueros que se encargaba de la seguridad del evento.

La etapa con Mick Taylor fue una de las más ricas y prolíficas de la historia de la banda. En esos años lanzaron discos memorables, como el vivo Get yer ya-ya’s out (1970), Sticky Fingers (1971), (en cuyo arte apareció por primera vez el logo de la lengua creado por Andy Warhol), Exile on main street (1972), Goats Head Soup (1973) e It’s only rock and roll (1974).

Luego de esta última placa, el tímido Taylor, abrumado por el vértigo de la vida en la ruta, decidió dejar su puesto. Entonces Keith Richards convocó a su amigo Ronnie Wood, quien no dudó en abandonar a los Faces para convertirse en el nuevo Rolling Stone.

La segunda mitad de los setenta fue bastante irregular para el grupo. Jagger dedicaba cada vez más tiempo a protagonizar películas y a participar en las fiestas del jet set, en tanto que Keith Richards atravesaba su peor período de adicción a la heroína. Sin embargo de esa época fueron producto dos grandes álbumes como el negrísimo Black and Blue (1976) y y el country Some girls (1978) .

Dinosaurios del rock

Los ochenta encuentran a los Stones como indiscutidas mega estrellas del rock. Sus giras eran monumentales, con recitales en grandes estadios e impresionantes puestas en escena. Si bien en el aspecto musical, la década comenzó con trabajos sólidos como Emotional Rescue (1980) y Tatto You (1981), luego se fue diluyendo entre discos mediocres (Undercover, 1983 y Dirty Work, de 1986) y las constantes peleas de egos entre Richards y Jagger.

Estos conflictos fueron causantes de un parate en el que cada uno de los integrantes se dedicó a su proyecto solista. El tan esperado regreso se dio con Steel Wheels (1989), que dio lugar a la gira más extensa y costosa de la historia, hasta ese momento.

Para ese momento los Stones ya eran unos veteranos con menos entusiasmo por verse las caras demasiado seguido. En 1993, el parco Bill Wyman anunció su retiro de la banda.

Cuando todos ya creían que era el fin de los Rolling Stones, los arrugados y canosos músicos volvieron a la carga con Voodoo Lounge (1994), un disco fresco y potente que los volvió a poner en la ruta, y los trajo por primera vez a la Argentina.

Un año después se animaron a grabar un acústico con algunos de sus clásicos, titulado Stripped y, como siempre, escalaron a lo más alto de todos los rankings de ventas. Y para que a nadie le queden dudas que los ya abuelos Stones no tenían energía para más, en 1997 vio la luz Bridges to Babylon.

En 2002, para festejar el cuarenta aniversario de la banda, editaron Fourty Licks un complidado de sus clásicos que incluía cuatro temas nuevos. Y, como siempre, se largaron a la ruta en una gira-festejo que recorrió el mundo.

Más de cuarenta años después, el reinado de Sus Majestades Satánicas continúa intacto.


The Beatles

Como todo el mundo sabe, la historia de The Beatles comienza en Liverpool, una ciudad portuaria e industrial del centro de Londres, con un intenso tráfico marítimo hacia los puertos estadounidenses y europeos.
John Lennon y Richard Starkey (Ringo Starr) nacieron en 1940, Paul McCartney en 1942 y George Harrison en 1943. La vida de todos ellos fue la de chicos de barrio de clase media baja. La infancia más turbulenta fue la de Lennon, cuyo padre abandonó a su madre quien, a su vez, murió atropellada por un policía borracho. Por el contrario (como casi siempre) el papel opuesto lo tuvo McCartney, que nació en una familia más "normal" en la que recibió sus primeras nociones de música.

Los inicios de The Beatles arrancan desde las primeras fiestas estudiantiles y actuaciones en salones parroquiales y ceremonias familiares con distintas formaciones y nombres como The Quarrymen. El grupo se profesionaliza cuando embarcan hacia Hamburgo John, Paul y George (los tres con guitarras) más Stuart Stuclife al bajo y Pete Best a la batería. Es en Hamburgo donde realmente se pule el grupo en noches interminables tocando a todo volumen en bares de mala muerte.

De vuelta a Liverpool (en Hamburgo se dejaron a Stuclife) comienzan a tocar regularmente en The cavern un pub de baile con música en vivo a diario. Este pub, hoy demolido, es el verdadero punto de arranque de la leyenda. En una de estas actuaciones son vistos por Brian Epstein, un comerciante que dirigía una tienda de discos, quien les consigue una sesión con George Martin, un productor de la EMI dedicado a buscar nuevos talentos. En las audiciones, Martin decidió que no le gustaba cómo tocaba Pete Best y el resto del grupo decidió darle esquinazo con tal de grabar el disco y metieron a Ringo Starr. En septiembre de 1962 se graba Love me do que obtiene un aceptable éxito y llega al Top20 de singles, lo que les abre el camino para iniciar una exitosa gira nacional. Ya en 1963, Please, please me llega al número uno en Inglaterra y la fama de The Beatles empieza a crecer desmesuradamente.

A mediados de 1963 sale su primer LP Please, please me que tiene un éxito arrollador y a partir de aquí inician una carreara imparable de éxitos. Con la gira por los Estados Unidos, su fama ya se hace mundial y alcanzan el máximo reconocimiento cuando la reina de Inglaterra les nombra caballeros del Imperio (entre las protestas de otras viejas glorias) y cuando son elegidos para inaugurar con All you need is love el primer canal internacional de televisión.

Sin embargo, agotados por las giras, las presentaciones, las intervenciones públicas, los homenajes, etc., The Beatles abandonan los conciertos en vivo a partir de 1966 (sus canciones también se habían hecho demasiado comlejas para ser interpretadas en directo) y se dedican a hacer discos.




A partir de 1968, las relaciones entre Lennon y McCartney empiezan a tensarse. No creo que se deba sólo a la aparición de Yoko Ono o a las pretensiones empresariales de McCartney y su entorno; seguramente sería todo eso y muchas más cosas y, fundamentalmente, al hecho de que además de ser unos genios, tendrían que haber sido unas personas perfectas para aguantarse quince años sin pelearse, siendo tan distintos como eran. Desde 1969, el grupo deja de existir como tal. Se graba la película/documental Let it be y mientras se realiza el proceso de producción y montaje del LP y de la película, graban un último disco, Abbey road en el que recogen sus últimas canciones, temas inacabados y una especie de mix de restos. Esto es lo último que hacen. Cuando salen el disco y la película Let it be en 1970, el gupo ya no existe.




El grupo, por otra parte, nunca se volvió a reunir ni lo volverá a hacer por la trágica muerte de John Lennon, asesinado en 1980 en Nueva York. La tecnología ha hecho posible que todavía se publiquen temas inéditos con la voz de Lennon y otros experimentos pero, claro, ya no es lo mismo.


domingo, 26 de octubre de 2008

Caracteristicas del rock (años '60)





Con el rock plenamente consolidado, comienzan a llegar sorpresas desde el Reino Unido. Prácticamente a la vez surgen The Beatles y The Rolling Stones, a quienes se sumarían en la extensión de la fiebre del rock bandas como The Kinks, The Animals o The Who. Van Morrison fue otro de los pesos pesados de ese momento, al igual que Small Faces o The Shadows. Al mismo tiempo, el rock & roll adopta en Estados Unidos múltiples maneras de crecer. Jefferson Airplane, Bob Dylan, The Band, Grateful Dead... Ya no se trataba de revisar el rock clásico sino de transformarlo e innovar a partir de él, como es el caso clarísimo de Jimi Hendrix. Pero también aparecería Janis Joplin así como los Beach Boys (dando salida al surf rock) y otros nombres ilustres como The Doors o The Velvet Underground. Y desde Reino Unido Pink Floyd (o la facción más experimentadora del rock), Led Zeppelin y Deep Purple, quienes sembraron la semilla del heavy metal.

Un huracán de ritmo y blues sacudía las estructuras de Norteamérica. En Inglaterra contemplaban este fenómeno con las orejas muy abiertas: las emisoras de radio comenzaron a emitir rock, se crearon sellos discográficos especializados, se abrieron garitos para tocar en directo. Si eras joven y no querías ser como Elvis es que estabas muerto.

El 2 de agosto de 1961 The Beatles debutaron en un antro llamado The Cavern tocando rock and roll al estilo británico. Once meses más tarde los Rolling Stones se presentaban en el Marquee londinense. Los primeros sintonizaron de inmediato con el público y con las listas de éxito convirtiéndose en una leyenda: "Somos más conocidos que Jesucristo", aulló John Lennon mucho antes de ser tiroteado en el pecho. Los segundos subieron el volumen de sus amplificadores, encendieron unos porros y apostaron por mantener un sonido negroide y constantes problemas con la ley y la moral: los Stones eran los chicos malos, sus satánicas majestades, y estaban ahí para recordarnos que el rock traía problemas.

Al reclamo del sexo, las drogas y el rock and roll se apuntaron decenas de bandas británicas con personalidad propia, y con líderes muy definidos: los Them de Van Morrison, los Animals de Eric Burdon, los Kinks de Ray Davis... Y los Yardbirds, una fábrica de crear guitarristas (Eric Clapton, Jimmy Page y Jeff Beck), que pontificaban sobre el instrumento con el que se construyó el rock y sobre los doce compases que le dieron sentido.

En Estados Unidos se mantuvieron fieles a sus raíces. Los negros, con una discográfica llamada Tamla Motown como bandera, vieron crecer a estrellas del calibre de Marvin Gaye, Stevie Wonder, Otis Reading, Ray Charles o Sam Cooke. Motown nació como empresa familiar y, a lo largo de más de un centenar de números uno en las listas norteamericanas, creó un sonido propio perfectamente identificable donde se compaginaban la comercialidad y la calidad. Bautizada como La Fábrica de Éxitos, es un ejemplo de discográfica coherente.

Mientras tanto, los blancos apostaron por revisar el folklore y confiar el futuro de la música popular a un genio de carácter agrio y talento infinito: Robert Allen Zimmerman, más conocido como Bob Dylan, el hombre incapaz de escribir una canción mediocre. Dylan reinventó el folk y sembró poesía en el rock. Su concierto en el Festival de Newport en 1965, empuñando una guitarra eléctrica, le enfrentó a los puristas del folk, que un año después llegaron a interrumpir su legendaria actuación en el Royal Albert Hall al grito de "¡Judas!". Había nacido el cantautor eléctrico, y la lista de aquellos que siguieron su pasos ha sido tan larga como jugosa: Neil Young, John Fogerty, Bruce Springsteen, Jackson Browne, Steve Earle, Steve Forbert...

La música como catalizador ideológico y como distribuidor de sueños. Corría 1967 y quedaban arrinconados los impulsos rebeldes del primer rock and roll en favor de una propuesta de revolución social basada en la paz, el amor... y las flores. Los hippies lucharon por un mundo mejor mientras escuchaban a The Doors, a Janis Joplin, a Jimmy Hendrix, a Jefferson Airplane, a Grateful Dead... El LSD era la droga de moda y la Costa Oeste californiana el paraíso.

"Vive deprisa, muere joven y tendrás un cadáver bien parecido", acostumbraba a decir Mick Jagger citando a Truman Capote. Los abusos y la vida salvaje se cobraron numerosas víctimas, nombres ilustres en la crónica negra del rock. El primero fue Buddy Holly, pero los más llorados tenían por apellidos Hendrix, Jones, Joplin, Morrison... Todos ellos participaron en los grandes festivales al aire libre que marcaron esas fechas y dieron a la música en directo una gran importancia, tanto en el ámbito sonoro como en el de acontecimiento social. Isla de Wight (31 de agosto y 1 de septiembre del 68) y Woodstock (15-17 agosto del 67) fueron conciertos multitudinarios en los que se reunieron más de 500.000 y de 450.000 personas, respectivamente. Meses después el New York Times reconocía en un editorial que el rock se había convertido en el arte actual más popular, vital y creativo.

Algunas fotos:

Jim Morrison, The Doors.









Jimmy Hendrix

The Rolling Stones

The Beatles

Jimmy Page

The Ramones

Deep Purple